Oswaldo Guayasamín
“Pintar es una forma de oración al mismo tiempo que de grito. Es casi una actitud fisiológica y por la alta consecuencia del amor y la soledad. Por eso quiero que todo sea nítido, claro, que el mensaje sea sencillo y directo. No quiero dejar nada al azar, que cada figura, cada símbolo, sean esenciales; porque la obra de arte es la búsqueda incesante de ser como los demás y no parecerse a nadie.”
“Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente.
Para mostrar lo que el hombre hace en contra del hombre.”
Representa en sus obras su manera de pintar y de expresar su pintura, su tierra y cultura. En escritos hace alusión a las cosechas, construcciones de barro, cántaros de agua, etc., los cuales muestran el mundo indígena de Ecuador, del cual proviene.
En su mayoría, sus pinturas son de personas con aspecto esquelético, de manos y caras como dije anteriormente. Muestra mujeres, desnudos, cabezas de niño y hombres. Estas formas son sólo una manera de representar la ternura, angustia, meditación, llanto y tristeza. Sus cuadros en general, siempre tienen alguno de estos sentimientos como tema principal de la pintura.
Sus cuadros, podría decirse, están divididos por el color. En una etapa se muestra muy sobrio con los colores, casi siempre utilizando el blanco y negro, y luego hay otra etapa en la cual hace alusión a los colores vivos y representativos para cada tema, pero en general los colores no varían mucho mas allá de una paleta cargada al color rojizo.
Como excepción en la mayoría muestra figuras de hombres, todos con los mismos rasgos (se puede apreciar que son rasgos indígenas) y la misma manera de ser pintados, hay una muestra de pinturas de flores y flores secas, un autorretrato, un paisaje de Quito, y para salirse mas del tema principal un retrato de Pablo Neruda, entre otros.
“Siempre voy a volver, mantengan encendida la luz.”
Esa luz se encuentra en el centro de la capilla del hombre doliente, esa es una frase que Oswaldo siempre decía, esa es una frase bíblica por la cual siempre se encuentra encendida eso significa que Oswaldo siempre va a vivir en la capilla del hombre doliente, esa llama la prendieron los presidentes de Cuba, Venezuela y Ecuador.
En general me gustó mucho la manera de pintar de Guayasamín, y sobretodo me llamó la atención como lograba representar por medio de una cara o manos un sentimiento, pudiendo lograr que el espectador captara al primer momento lo que el pintor quiso expresar por medio de su pintura.
Se da una impresión de que las telas fueron repartidas sin un orden cronológico ni estético. El desorden de las obras hace que se pase por alto algunos cuadros, que si uno no esta bien atento no alcanza a percibir que en medio de sus obras desgarradoras como la “Edad de la Ira ”, podemos pasar desapercibido aquel retrato de Pablo Neruda, y una colorida serie de flores.
Pero ese aspecto igual lo encuentro interesante, ya que es una manera diferente, en la cual se puede esperar cualquier cosa fuera de lo común.
MOVIMIENTO:
Su obra humanista, señalada como expresionista, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en este monstruoso siglo XX marcado por las guerras mundiales, civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras y las torturas.
EXPRESIONISMO: Esta corriente artística apareció en los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX. El artista expresionista trata de representar la experiencia emocional en su forma mas completa, sin preocuparse de su realidad externa, sino de su naturaleza interna y de las emociones que despierta en el observador.
Lo importante del expresionismo es la forma y el sentimiento del autor. Se busca mostrar el sentimiento humano abiertamente y se toma la pintura como un medio para desahogarse y de ver la vida con otro punto de vista.
Esta tendencia parte del supuesto que “la naturaleza tiene dificultades por su propia estética”, por lo que el hombre debe descubrirla con sus sentimientos.
Los colores puros son colocados en la tela para provocar distorsión de sus líneas y de las figuras que forman, pero su disposición en la tela refleja un simbolismo que va más allá de las líneas simples.
Se destacan en sus pinturas los colores azul, amarillo, rojo y verde sus colores favoritos de Oswaldo Guayasamín para contrastar con la simplicidad del blanco y negro. Son frecuentes los rostros desfigurados y tristes.
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